martes, 17 de noviembre de 2009

¡Amor,ejemplo y dolor ¡



Cecilia era una mujer pobre pero muy trabajadora dispuesta a luchar contra viento y marea con tal de ver a sus hijos en bueno camino. Cecilia vivìa con un señor llamado Ulises; quien era un hombre muy trabajador que todos los dìas daba lo mejor de èl y se levantaba de madrugada para  ir a su trabajo. Cecilia habìa procreado 9 hijos uno de ellos muriò muy pequeñito y le quedaban 8 hermosos hijos por quien cada dìa oraba al señor, para que cuidara de ellos.
Un dìa Cecilia estaba sentada en su casa realizando algunas actividades en el hogar - como cocinar entre otras cosas -. De repente llega un vecino y le dice: Cecilia, ¿còmo estàs? A lo que ella contestò: Bien dentro de lo posible. El vecino estaba muy preocupado pues le traìa una noticia muy mala a su amiga y no sabìa por donde comenzar, pero luego le dijo: Ceci tengo que contarte algo que acaba de suceder, pero no es muy buena noticia. Cecilia le dijo habla que me estàs poniendo muy nerviosa. Bien, tu esposo... ¡¿què pasò con mi esposo?! ¿dime que le pasò? ¡Por favor, tranquilìzate!, recuerda que sufres de presiòn alta... ya te cuento, pero manten la calma. ¿Te parece? Okey. Bueno, Ulises acaba de tener un accidente y està muy delicado en el hospital. !Noooooooooooo! ¡Dios mìo y ahora que voy a hacer¡ ¡Manten la calma mujer! Bueno ahora solo debes prepararte para ir al hospital. Sì, tienes razòn. Al llegar al hospital Cecilia al ver a su esposo en tal condiciòn se sintiò destrozada. Ulises estaba muy herido no podìa hablarle a su esposa solo la podìa ver derramando làgrimas. Ulises tuvo que quedarse en el hospital por màs de un mes, sus hijos estaban muy tristes al saber que su padre estaba en tal situaciòn. Al regresar Ulises a casa sus hijas no le podìan mirar sin sentir un fuerte dolor, Cecilia con toda la paciencia del mundo atendìa a su esposo con mucho cariño. Ulises se recuperò poco a poco. Su esposa al ser una mujer trabajadora se dedicò siempre a coser ropas y sàbanas; asì como tambien a vender dulces, aguacates, pollo, carbòn, etc... Todo eso ella lo hacìa para que sus hijos y su esposo no pasaran hambre, ella se sentìa orgullosa de los hijos que Dios le habìa regalado, ella tenìa tres hijas y 5 hijos, las muchachas eran muy obedientes ayudaban a su mamà a vender los dulce, aguacates, etc... Ellas estaban conciente de que su mama daba lo mejor o màs bien lo que no tenìa para verlos bien, ellas se iban a los campos cercanos a vender las cosas que su mamà les daba para vender - andaban de casa en casa voceando lo que llevaban - muchos de los vecinos de Cecilia admiraban a sus hijas por ser tan trabajadoras. Años despuès Cecilia comenzò a enfermarse muy seguido. Ulises ya se habìa recuperado y comenzò nuevamente a trabajar para poder seguir contribuyendo con lo necesario para la subsistencia de su familia. Quelina era una muchacha de apenas 15 años cuando su mamà se enfermò y fue muy doloroso para ella verla  en esas condiciones tan crìticas sin poder valerse por si misma. Un dìa yohanna al llegar al hospital y ver a su madre postrada en esa cama sin poder hablar y temblando de frìo, se sintiò tan impotente y lo ùnico que hacìa en ese momento era llorar, llorar y llorar... Su madre al abrir los ojos y verla llorando dijo.!hija¡ me han dicho que debo recuperarme pronto por que tù vives llorando por que piensas que voy a morir, Quelina al escuchar a su madre decir eso saliò corriendo de aquella sala pues no querìa que su madre la viera tan destrozada. Quelina apenas habìa comenzado el 8vo grado en el mes de agostodel  2004 y su madre para el mes de septiembre estaba muy delicada de salud y en los hospitales no se acepta hombres en el àrea de las mujeres y Quelina era la mayor de las hermanas por tal razòn le correspondìa quedarse con su madre en el hospital. Bueno, Quelina tenìa que estudiar pero dijo, mi madre vale màs que los estudios en este momento no la puedo abandonar, si mamà muere las escuelas estaràn dispuesta a esperarme, tengo que cuidar a mamà. Quelina cuidaba a su mama en el hospital y despuès de unos dìas unas hermanas de la Iglesia le dijeron a Quelina hija puedes irte que nosotras nos quedaremos hoy con tu mami para que puedas descansar un poco y puedas asistir mañana a clase. Quelina se fue a casa muy triste.  Al dìa siguiente fue a la escuela donde muchos de sus compañeros lamentaban la situaciòn, al salir de la escuela viò a una persona que venìa corriendo y al acercarse màs se diò cuenta que quien  corrìa desesperadamente era su padre y ella se asustò mucho, pensò que su madre habìa muerto y preguntò con làgrimas en sus ojos: "¡papà que pasa!", y su padre le dijo es tu madre que està grave y la van a trasladar de hospital hay que realizarle unos estudios de emergencia. Quelina lloraba desesperadamente mientras sus compañeras de clase la abrazaban y le decìan: "todo va a salir bien amiga, manten la carma."  Su madre estaba màs grave, era una situaciòn difìcil para Quelina y sus hermanos. Su madre  fue dada de alta el sàbado 18 de septiembre del 2004 despuès de haber tenido màs de 15 dìas interna en el hospital. Cecilia decìa desesperada: "¡quiero ir a mi casa y morir allà con mis hijos!" Quelina al llegar su madre sintiò un gran vacìo en el corazòn, sentìa que era la ùltima vez que verìa a su madre entrar por esa puerta. Ella estaba lavando y se levantò pero no saludo a su madre pues sentìa que aquella persona que estaba sentada en aquella silla no era su madre, era para ella como una persona que visitaba por ùltima vez esa casa. Las làgrimas no dejaron de ser notorias en los ojos de Quelina. Cecilia le dijo hija pero no me haz saludado aùn. Quelina se quedò parada en una esquina mirando a su madre y a todas esas personas que la rodeaban. Ella habìa tomado el anillo de matrimonio de su madre en el hospital y se lo puso en sus dedos y al su papa verla con el anillo le dijo: " hija dame el anillo de tu madre", pero Cecilia le dijo: "dèjaselo, a mi hija le tengo mucha confianza, ella es quien me guarda el dinero; ella no lo va a perder." Al llegar la noche Quelina y su hermana emiliana decidieron dormir en la  habitaciòn junto a su madre. Los mèdicos habìan dicho que Cecilia no podìa recibir noticias que le causaran emociones ya que su corazòn pronto dejarìa de latir. El domingo 19 de septiembre Cecilia se levantò cantando una canciòn que decìa: "no morirè, ¡aleluya!, no morirè porque tengo el espìritu sobre mi, aunque no tenga carne ni hueso sobre mi. Con mi fe yo sè que no morirè." y llegò una amiga de las muchachas y Cecilia le dijo cuidado con lo que ustedes hacen. Al llegar Ulises ella le dijo quiero ir a la Iglesia pero su esposo le dijo que serìa para otra ocasiòn pues ella estaba muy delicadita todavìa.  Ella le dijo: "es que tengo mucho que no asisto a la Iglesia."
Màs tarde uno de sus sobrinos llamò por celular para preguntar como seguìa su tìa y Ulises fue quien cogiò el telèfono; pero el hermano del sobrino de Cecilia estaba trabajando muy distante de donde ella vivìa y era temporada ciclònica razòn por la cual no pudo venir porque estaba muy peligroso el tiempo con mucha agua y al llamar su sobrino que estaba en los paìses  para preguntar por su hermano, ella pensò que habìa sido porque algo malo le habìa pasado - a su sobrino que estaba trabajando y que por eso èl no habìa ido a verla-, pero Ulises le dijo que su sobrino estaba bien. Ella despuès de un rato llamò, a su hija, Emiliana y le diò dinero para comprar cafè y azùcar porque ella tenìa deseo de tomar cafè. Y le dijo que el dinero que sobrara lo repartiera entre sus hermanos. Pero cuando Emiliana regresò del colmado encontrò a su madre dormiendo y prefiriò colar el cafè para cuando ella despertara; pero màs adelante comenzaron a llegar muchos vecinos a visitarla pero uno de ellos dijo: "Cecilia tiene mucho tiempo dormiendo y prefirieron moverla a ver si estaba realmente dormiendo y descubrieron que ella ya habìa muerto". ¡Cuànto dolor, cuànta tristeza!

Cecilia muriò el 19 de septiembre del 2004 dejando en la horfandad a 8 hijos. Dolorosa historia, ¿verdad? Pero sus hijos decìan a mamà nunca la olvidaremos como ella nadie. Ella es y serà siempre ùnica. Ulises lloraba al igual que sus hijos desesperadamente y decìa: te fuistes mujer y solo me has dejado.                        

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